Jesús fundó una sola Iglesia para congregar a los que creen en Él.
El deseo del Señor es que todos seamos Uno, que se conserve la Unidad del Espíritu Santo.
En mundo donde hay una relativización de la fe es necesario volver a lo central, lo fundamental que nos dejó Jesús y el Espíritu Santo.
Jesús fundó una sola Iglesia, la Iglesia Católica, que hunde sus raíces en la historia que nos conecta con Jesucristo mismo.