Narración asombrosa de la vida de la Hermana Pascalina Lehnert (1894-1983). Confidente personal y secretaria del Papa Pío XII, asistiéndolo por 40 años desde su nuncio papal en Alemania y durante todo su pontificado. El Papa Pío XII tenía en ella una gran confianza, por su sabiduría, energía y lealtad, llegándosele a conocer como "la mujer más poderosa en la historia del Vaticano".

Su primer encuentro fue en 1918, cuando la Hermana Pascalina, fue enviada como ama de llaves del nuncio papal, Eugenio Pacelli en Múnich. Pacelli por su parte quedó muy impresionado por la franqueza, el extremo cuidado y la vigilancia de la Hermana Pascalina.

En 1929, Pacelli fue nombrado Cardenal Secretario de Estado, teniendo que mudarse a la Ciudad del Vaticano, causándole esto gran tristeza porque ahí las mujeres tienen prohibido vivir. Pero, debido a la lealtad y el fuerte apoyo que representaba la Hermana Pascalina, la invitan a trabajar en el Vaticano, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo. Instalada en el Vaticano, tuvo que lidiar con las intrigas y rivalidades de los hombres, que resintieron los privilegios y el poder que ejercía. Situación que duró poco tiempo ante los horrores de la guerra, que comenzaron el mismo año en que Pacelli fue elegido Papa convirtiéndose en Pío XII.

Durante este tiempo de guerra que afectaba a Europa, el Papa Pío XII también arriesgaba su vida y con esto el papado. Se opuso a los nazis y fascistas, realizando visitas a los heridos. Y la Hermana Pascalina, representaba su vínculo más importante con un mundo lleno de sufrimiento y persecuciones. Fue gracias al Clero de Roma y a la intrepidez incansable de la Hermana Pascalina, que pudo salvar muchas vidas de judíos romano, ya que, siendo ella la jefa de la caridad papal, usó sus habilidades para ayudar a miles de personas.

La Hermana Pascalina, permaneció al lado de Pacelli hasta su muerte en 1958, como su confidente, valiosa consejera y amiga, del poderoso siervo de Dios hasta el final.