El sacrificio es un elemento presente en muchas religiones, incluso en el Cristianismo. Pero lo que hace al Cristianismo diferente, es que en vez de que el hombre presente sacrificios a Dios, Dios es quien se sacrifica a sí mismo por la humanidad. Jesús ha realizado el máximo sacrificio a través de su muerte y resurrección. Y este sacrificio se nos hace presente a través de la Eucaristía. Tenemos acceso al poder del sacrificio de Jesús en la Misa. En este video, nos metemos a conocer este gran misterio.

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