Los humanos somos íntimamente relacionales. Parte de estar en una relación con alguien es responder cuando llama. Vemos dinámicas de “llamada y respuesta” desarrolladas en todo tipo de eventos humanos, desde eventos deportivos hasta conciertos de rock. Pero tenemos que preguntarnos, ¿de dónde vino esto? ¿Y qué tal si esta dinámica revela algo mucho más profundo sobre la persona humana?

Quizás esta llamada y esta respuesta estén relacionadas con algo más grande que nosotros.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que Dios nos ha llamado a cada uno de nosotros a entrar en una relación con él, y que tenemos la libertad de responder o ignorar. Ésta es la respuesta más importante que podemos dar.

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