Auschwitz, 1941. Uno de los prisioneros, llamado Jan, escapa del campo de concentración alemán mientras trabaja en una gravera. Gracias a la ayuda de personas de buen corazón encuentra albergue. Ahí, Jan escucha la trágica noticia de diez prisioneros escogidos al azar que fueron sentenciados a morir por hambre por los mismos Nazis como castigo por su fuga. Entre los convictos se encontraba el Padre Maximiliano Kolbe, un sacerdote Franciscano quien de manera voluntaria tomó el lugar de uno de los presos elegidos al azar para morir.

Ahora Jan se encuentra no solamente huyendo de los Nazis, sino también en una confrontación interior al sentir culpabilidad por su participación en la muerte del Padre Kolbe. Jan va a Niepokalanów, un gran monasterio Franciscano que el Padre Kolbe había fundado y del cual había sido superior. En ese lugar, Jan desea indagar el motivo por el cual el Padre Kolbe tomó la decisión de morir en lugar de otro prisionero, quien era un completo extraño. Aunque ha sido liberado de Auschwitz, Jan continuará siendo confrontado por la vida y muerte de Maximiliano Kolbe por donde quiera que vaya. Además de Jan (debatido entre el deseo de olvidar su pasado y su admiración por Kolbe), surge otro importante personaje, el Hermano Anselmo, un sacerdote Franciscano fervoroso y joven, que calladamente pero con determinación da ejemplo a la fe y amor heroicos del Padre Kolbe, regocijándose más tarde con la Beatificación del Padre Kolbe por el Papa Pablo VI. Tiempo después Kolbe será canonizado por su compatriota, el Papa San Juan Pablo II, quien proclamó al Padre Kolbe "el santo patrono del complejo siglo XX."