La Iglesia ha instituido sacramentales - a través de los cuales Dios derrama su gracia entre nosotros y nos prepara para recibir los sacramentos. Los principales tipos de sacramentales son bendiciones, consagraciones, dedicaciones y exorcismos. Los sacramentales siempre incluyen alguna oración y un signo específico, como el imponer las manos o hacer la señal de la cruz mientras se rocía agua bendita. También hay muchas prácticas que se han desarrollado a lo largo de los siglos, que llamamos ‘piedad popular’, porque están enraizadas en diferentes culturas y tradiciones.