El apresuramiento del primer amor es como el sabor del jugo de uvas: es excitante, audaz y un poco abrumador. Por otro lado, la madurez del amor es como el sabor de un vino fino: es complejo, sabroso y mucho mejor que el jugo de uvas. La clave para eventualmente disfrutar tal relación es pasar por el proceso de "fermentación", es decir, por las dificultades y los retos que Dios permite para perfeccionarte y perfeccionar tu matrimonio.
Es común que cuando surge un conflicto en las relaciones matrimoniales, nuestro enfoque sea en el conflicto y no en nuestro cónyuge. En lugar de trabajar juntos para combatir ese conflicto, nos peleamos entre sí. Las áreas más comunes que causan conflicto son: el dinero, la sexualidad, los hijos,...
Las heridas son las que comúnmente dañan a un matrimonio. Una herida es una experiencia de falta de amor. La herida causa dolor, que a la vez causa una sensación de temor, que a la vez conduce a la persona a cierto comportamiento con el fin de evitar ese dolor. Por lo tanto, una auténtica experie...
El ideal de Dios para el matrimonio es que los esposos continúen creciendo en amor, confianza, unidad y cercanía. Sin embargo, ese ideal no siempre es nuestra realidad. Las circunstancias pueden prevenir que haya un crecimiento matrimonial. Los intereses externos, como son los medios sociales, el...
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