En la palabra de hoy, Jesús nos regala una enseñanza muy importante al decirnos que practiquemos en todo momento la humildad y nos alejemos del egoísmo y la soberbia. Aceptemos esta invitación recordando sus palabras cuando dijo: “Los que se engrandecen serán humillados y el que se humilla será engrandecido”. Así pues, vayamos a la fiesta del Señor, reconociendo que el único con grandeza es nuestro Padre Todopoderoso.