En el evangelio de hoy, leemos cuando Jesús les dijo a sus discípulos; "Ustedes son la sal de la tierra y luz del mundo". Sabemos que la sal, es la sazón principal de la comida y que la luz brinda claridad. Roguemos al Señor, para que su Palabra, sea la sal que de sentido y valor a nuestras vidas y que nos guie para que nuestros actos sean luz e iluminación para nuestra familia y la de nuestro prójimo.