La palabra de hoy nos habla de la parábola del "Buen Samaritano" y nos exhorta a vivir bajo la Ley de Nuestro Señor; "Amaras al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Sigamos pues esta enseñanza y aceptemos la invitación de vivir bajo su ley y no la de este mundo.