Una apuesta a ver “peliculas de terror” durante una acampada, despierta la imaginación de los alumnos y el plan de Babo para avergonzar a Carlos como “miedoso”, no le resulta según lo planeado.
Al ser anunciada una competición de pasteles, los insectos empiezan las preparaciones para la mejor torta. Cuando Carlos ve a Lety reuniéndose con el Chef local, y la famosa receta familiar de Pulguita se pierde, llega a una conclusión fantasiosa que se extiende rápidamente.
Las cosas van de maravilla cuando todos los alumnos insectos trabajan juntos en la cesta escolar de recaudación de comida para un evento de caridad. Las cosas se complican cuando empiezan a competir unos contra otros, apoyados sutilmente por Babo, quien monta su propia balsa.
Jugar “una partida más” de computador no parece gran cosa para Carlos, aunque afecte su tiempo de estudio y Doña Delia anuncie la semana de los exámenes. Carlos llega a la conclusión que hacer trampas puede ser simple y productivo hasta que es desenmascarado y debe encarar las consequesias.